Paola Celada

 

No jugaba con muñecas, jugaba a pintar en las paredes, la alfombra, su ropa, más tarde estudió para trabajar pero regresó a la pintura. Ha tomado cursos de joyería, escultura, materiales que se trasladan a sus pinturas y dibujos en collages tridimensionales habitados por historias.

“DESESPERADA POR EXPRESAR EL DOLOR QUE ESTABA SINTIENDO NACIÓ EL COLLAGE”

Colecciona niñas misteriosas, insectos, perlas, muñecas rotas que le invitan a crear un mundo intemporal y sensorial.

ENCONTRAR EL BARROQUISMO

Me viene desde chica, cuando murió mi abuela fuimos a su casa a limpiarla, yo tenía catorce años, y había un cuarto que tenía un tocador, vestidos, había rosarios de Roma, vestidos pintados a mano, abrías puertitas, cajones, todo lleno de cosas que a mí me parecieron fascinantes. En eso llegó mi mamá y me preguntó “¿Qué haces aquí?”, porque ahí no podíamos entrar, y dije “no sé, estaba aburrida y entré”, y me dijo “¡ah!, pues agarra lo que quieras”, y dije: “yo quiero todo”.  Tenía mi cuarto de pintura ya desde esa edad y me llevé lo que quise.

BUSCAR EL OBJETO Y EL LENGUAJE

Un día un amigo estaba pasando por un momento muy difícil, me desesperé y entré al cuarto de pintura, y yo quería pintar, dibujo muy rápido pero pinto muy lento y ya quería expresar lo que sentía y no podía. Como tenía todas esas cosas de mi abuela y de mi mamá, empecé a imaginar y empecé a coser, a poner y apegar, y así desesperada por expresar el dolor que estaba sintiendo por mi amigo nació el collage, entonces ahí dije sí necesito papeles de este color, telas y de repente ya fueron insectos, perlas… Me expresa diferente una tela, que es una textura, a una concha, que es otra y que es diferente emoción lo que te da; busco esas texturas, colores, tamaños, nunca planeo la obra, ni lo que voy a hacer, siempre va saliendo lo que voy sintiendo.

ESTAR EN LA MIRADA INFANTIL

Es algo que tengo dentro. Las fotos que veo de mí, de niña chiquita, las de mi mamá y de su hermana, me encanta dibujarlas, son miradas como las antiguas. La mirada de una niña es misteriosa, sobre todo las antiguas, y no porque yo diga que la niña está triste o que está traumada esa niña debe ser mi modelo. Me gusta esa mirada de las niñas. Siento que transmiten sentimientos que no los pueden decir, las niñas no saben expresarse tanto con las palabras, y con la mirada me dicen todo. Invito a modelar a las niñas nuevas de ahora, me hacen caras y gestos locos, pero cuando las hago, el gesto que hizo chistoso queda como macabro, no sé cómo decirlo, me queda misterioso.

LA LUNA DE PAOLA CELADA

La dureza del material de la creta es todo lo que resiste la Luna por nosotros, igual la mujer por los suyos; y quise que tuviera demasiada luz como es la Luna. El círculo es la imagen de la Luna, dentro es el orden y afuera está el desorden, porque la Luna es la que nos mantiene vivos. El elemento del collar, que es duro, es de fierro que se le está encajando en el cuello y ella está soportando, es lo mismo que soporta la mujer. A través de la Historia la mujer ha soportado mucho y hoy en día igualmente. La Luna por eso tiene cráteres, porque ha soportado golpes, y está en constante movimiento, cuidándonos a nosotros. Puse naturaleza y ella está acogiendo la naturaleza y protegiéndola adentro de ella, afuera ya no. Afuera ya está todo caótico. Está el pájaro, las flores, puse todo en su corazón. La fragilidad del aura son los encajes y telitas delgaditas como la feminidad y la delicadeza, nadie le da importancia, pero es realmente importante la delicadeza de ser así.

13 Paola Celada - obra

Mientras viva
Grafito y mariposas sobre creta y madera
143 x 142 x 14 cm
2016

La infancia es un sitio mítico, la recordamos como no es, la evitamos por lo que es. Al dejarla nos convertimos en sus testigos, y se vuelve extraña, desconocida, ajena a nuestra propia realidad. La distancia es temporal y emocional, se queda lejos hasta que se pierde. Paola Celada entra en el proceso de recrearla desde la melancolía y la observación de las niñas que la rodean, dibuja la Luna llena con el rostro de una adolescente, la mirada que esconde secretos, el concentrado detalle en el vestido y las flores así como la composición remiten al art nouveau. Paola convierte al tránsito de una edad a otra en un ciclo, en la constante de crecer y morir.

Laura Reich

Sin título (Periódico intervenido)
Carbón, óleo, plumón de oro falso y collage sobre papel (Diario Extra)
41 x 28 cm
2016

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